17
Pero si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo un olivo silvestre, fuiste injertado entre ellas y fuiste hecho participante con ellas de la rica savia de la raíz del olivo,
18
no seas arrogante para con las ramas; pero si eres arrogante, recuerda que tú no eres el que sustenta la raíz, sino la raíz la que te sustenta a ti.
19
Dirás entonces: Las ramas fueron desgajadas para que yo fuera injertado.
20
Muy cierto; fueron desgajadas por su incredulidad, pero tú por la fe te mantienes firme. No seas altanero, sino teme;
21
porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, tampoco a ti te perdonará.
22
Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios; severidad para con los que cayeron, pero para ti, bondad de Dios si permaneces en su bondad; de lo contrario también tú serás cortado.
23
Y también ellos, si no permanecen en su incredulidad, serán injertados, pues poderoso es Dios para injertarlos de nuevo.
24
Porque si tú fuiste cortado de lo que por naturaleza es un olivo silvestre, y contra lo que es natural fuiste injertado en un olivo cultivado, ¿cuánto más éstos, que son las ramas naturales, serán injertados en su propio olivo?
25
Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis sabios en vuestra propia opinión: que a Israel le ha acontecido un endurecimiento parcial hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles;
26
y así, todo Israel será salvo; tal como está escrito: EL LIBERTADOR VENDRA DE SION; APARTARA LA IMPIEDAD DE JACOB.
27
Y ESTE ES MI PACTO CON ELLOS, CUANDO YO QUITE SUS PECADOS.