2
(que él había antes prometido por sus profetas en las santas Escrituras,)
3
de su Hijo, (el cual le nació de la simiente de David según la carne;
4
el cual fue declarado Hijo de Dios con potencia, según el Espíritu de santificación, por la resurrección de los muertos), de Jesús, el Cristo, Señor nuestro,
5
por el cual recibimos la gracia y el apostolado, para hacer que se obedezca a la fe entre todos los gentiles en su Nombre,
6
de los cuales sois también vosotros, los llamados de Jesús, el Cristo;
7
a todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos: Gracia y paz tengáis de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesús, el Cristo.
8
Primeramente, doy gracias a mi Dios por Jesús, el Cristo, acerca de todos vosotros, de que vuestra fe es predicada en todo el mundo.
9
Porque testigo me es Dios, al cual sirvo en mi espíritu en el Evangelio de su Hijo, que sin cesar me acuerdo de vosotros siempre en mis oraciones,
10
rogando, si al fin tendré, por la voluntad de Dios, próspero viaje para ir a vosotros.
11
Porque deseo veros, para repartir con vosotros algún don espiritual, para confirmaros;
12
para ser juntamente consolado con vosotros por la común fe, vuestra y mía.