4 Oh hombres, a vosotros clamo; y mi voz es a los hijos de los hombres
5 Entended, simples, la prudencia; y vosotros, locos, tomad entendimiento
6 Oíd, porque hablaré cosas excelentes; y abriré mis labios para cosas rectas
7 Porque mi paladar hablará verdad, y mis labios abominan la impiedad
8 En justicia son todas las razones de mi boca; no hay en ellas cosa perversa ni torcida
9 Todas ellas son rectas al que entiende; rectas a los que han hallado sabiduría
10 Recibid mi castigo, y no plata; y ciencia más que el oro escogido
11 Porque mejor es la sabiduría que las piedras preciosas; y todas las cosas que se pueden desear, no son de comparar con ella
12 Yo, la sabiduría, moré con la prudencia; y yo invento la ciencia de los consejos
13 El temor del SEÑOR es aborrecer el mal; la soberbia, la arrogancia, el mal camino, y la boca perversa, aborrezco
14 Conmigo está el consejo y el ser; yo soy la inteligencia; mía es la fortaleza
15 Por mí reinan los reyes, y los príncipes determinan justicia
16 Por mí dominan los príncipes, y todos los gobernadores juzgan la tierra
17 Yo amo a los que me aman; y los que me buscan me hallan
18 Las riquezas y la honra están conmigo; sólidas riquezas, y justicia
19 Mejor es mi fruto que el oro, y que la piedra preciosa; y mi rédito mejor que la plata escogida
20 Por vereda de justicia guiaré, por en medio de veredas de juicio
21 para hacer heredar a mis amigos el ser, y que yo llene sus tesoros
22 El SEÑOR me poseyó en el principio de su camino, desde entonces, antes de sus obras
23 Eternalmente tuve el principado, desde el principio, antes de la tierra
24 Antes de los abismos fui engendrada; antes que fueran las fuentes de las muchas aguas
25 Antes que los montes fueran fundados, antes de los collados, era yo engendrada
26 no había aún hecho la tierra, ni las campiñas, ni el principio del polvo del mundo
27 Cuando componía los cielos, allí estaba yo; cuando señalaba por compás la sobrefaz del abismo
28 cuando afirmaba los cielos arriba, cuando afirmaba las fuentes del abismo
29 cuando ponía al mar su estatuto, y a las aguas, que no pasaran su mandamiento; cuando señalaba los fundamentos de la tierra
30 con él estaba yo ordenándolo todo; y fui su delicia todos los días, teniendo solaz delante de él en todo tiempo
31 Tengo solaz en la redondez de su tierra; y mis solaces son con los hijos de los hombres
32 Ahora, pues, hijos, oídme; y bienaventurados los que guardaren mis caminos
33 Escuchad al castigo, y sed sabios; y no lo menospreciéis
34 Bienaventurado el hombre que me oye, trasnochando a mis puertas cada día, guardando los umbrales de mis entradas
35 Porque el que me hallare, hallará la vida; y alcanzará la voluntad del SEÑOR
36 Mas el que peca contra mí, defrauda su alma; todos los que me aborrecen, aman la muerte

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Proverbios 8:4 Oh hombres, a vosotros clamo, para los hijos de los hombres es mi voz.

English Standard Version ESV

Proverbs 8:4 "To you, O men, I call, and my cry is to the children of man.

King James Version KJV

Proverbs 8:4 Unto you, O men, I call; and my voice is to the sons of man.

New King James Version NKJV

Proverbs 8:4 "To you, O men, I call, And my voice is to the sons of men.

Nueva Traducción Viviente NTV

Proverbios 8:4 «¡A ustedes los llamo, a todos ustedes!
Levanto mi voz a toda persona.

Nueva Versión Internacional NVI

Proverbios 8:4 «A ustedes los hombres, los estoy llamando;dirijo mi voz a toda la humanidad.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Proverbios 8:4 Oh hombres, á vosotros clamo; Y mi voz es á los hijos de los hombres.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Proverbios 8:4 Oh hombres, a vosotros clamo; y mi voz es a los hijos de los hombres.

Herramientas de Estudio para Proverbios 8:4-36