8
El cual pasaba por la calle, junto á la esquina de aquella, E iba camino de su casa,
9
A la tarde del día, ya que oscurecía, En la oscuridad y tiniebla de la noche.
10
Y he aquí, una mujer que le sale al encuentro Con atavío de ramera, astuta de corazón,
11
Alborotadora y rencillosa, Sus pies no pueden estar en casa;
12
Unas veces de fuera, ó bien por las plazas, Acechando por todas las esquinas.
13
Y traba de él, y bésalo; Desvergonzó su rostro, y díjole:
14
Sacrificios de paz había prometido, Hoy he pagado mis votos;
15
Por tanto he salido á encontrarte, Buscando diligentemente tu rostro, y te he hallado.
16
Con paramentos he ataviado mi cama, Recamados con cordoncillo de Egipto.
17
He sahumado mi cámara Con mirra, áloes, y cinamomo.
18
Ven, embriaguémonos de amores hasta la mañana; Alegrémonos en amores.