9
Honra á Jehová de tu sustancia, Y de las primicias de todos tus frutos;
10
Y serán llenas tus trojes con abundancia, Y tus lagares rebosarán de mosto.
11
No deseches, hijo mío, el castigo de Jehová; Ni te fatigues de su corrección:
12
Porque al que ama castiga, Como el padre al hijo á quien quiere.
13
Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, Y que obtiene la inteligencia:
14
Porque su mercadería es mejor que la mercadería de la plata, Y sus frutos más que el oro fino.
15
Más preciosa es que las piedras preciosas; Y todo lo que puedes desear, no se puede comparar á ella.
16
Largura de días está en su mano derecha; En su izquierda riquezas y honra.
17
Sus caminos son caminos deleitosos, Y todas sus veredas paz.
18
Ella es árbol de vida á los que de ella asen: Y bienaventurados son los que la mantienen.
19
Jehová con sabiduría fundó la tierra; Afirmó los cielos con inteligencia.
20
Con su ciencia se partieron los abismos, Y destilan el rocío los cielos.
21
Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos; Guarda la ley y el consejo;
22
Y serán vida á tu alma, Y gracia á tu cuello.
23
Entonces andarás por tu camino confiadamente, Y tu pie no tropezará.
24
Cuando te acostares, no tendrás temor; Antes te acostarás, y tu sueño será suave.
25
No tendrás temor de pavor repentino, Ni de la ruina de los impíos cuando viniere:
26
Porque Jehová será tu confianza, Y él preservará tu pie de ser preso.
27
No detengas el bien de sus dueños, Cuando tuvieres poder para hacerlo.
28
No digas á tu prójimo: Ve, y vuelve, Y mañana te daré; Cuando tienes contigo qué darle.
29
No intentes mal contra tu prójimo, Estando él confiado de ti.