28
No seas sin causa testigo contra tu prójimo; Y no lisonjees con tus labios.
29
No digas: Como me hizo, así le haré; Daré el pago al hombre según su obra.
30
Pasé junto á la heredad del hombre perezoso, Y junto á la viña del hombre falto de entendimiento;
31
Y he aquí que por toda ella habían ya crecido espinas, Ortigas habían ya cubierto su haz, Y su cerca de piedra estaba ya destruída.
32
Y yo miré, y púse lo en mi corazón: Vi lo, y tomé consejo.
33
Un poco de sueño, cabeceando otro poco, Poniendo mano sobre mano otro poco para dormir;
34
Así vendrá como caminante tu necesidad, Y tu pobreza como hombre de escudo.