14
Comenzar una pelea es como abrir las compuertas de una represa,
así que detente antes de que estalle la disputa.
15
Absolver al culpable y condenar al inocente
son dos actos que el Señor
detesta.
16
Es absurdo pagar por la educación de un necio,
puesto que no tiene deseos de aprender.
17
Un amigo es siempre leal,
y un hermano nace para ayudar en tiempo de necesidad.
18
Es una insensatez dar garantía por la deuda de otro
o ser fiador de un amigo.
19
Al que le gusta pelear, le gusta pecar;
el que confía en sus altas murallas invita al desastre.
20
El corazón retorcido no prosperará;
la lengua mentirosa cae en problemas.
21
Los padres de un necio sufren;
no hay alegría para el padre de un rebelde.
22
El corazón alegre es una buena medicina,
pero el espíritu quebrantado consume las fuerzas.
23
Los perversos aceptan sobornos a escondidas
para pervertir el curso de la justicia.
24
Los sensatos mantienen sus ojos en la sabiduría,
pero los ojos del necio vagan por los confines de la tierra.