5
Y sucederá que en aquel día quebraré el arco de Israel en el valle de Jezreel.
6
Ella concibió otra vez y dio a luz una hija. Y el Señor le dijo: Ponle por nombre Lo-ruhamá , porque ya no me compadeceré de la casa de Israel, pues no los perdonaré jamás.
7
Pero me compadeceré de la casa de Judá y los salvaré por el SEÑOR su Dios; y no los salvaré con arco, ni con espada, ni con batalla, ni con caballos ni jinetes.
8
Después de haber destetado a Lo-ruhamá, ella concibió y dio a luz un hijo.
9
Y el Señor dijo: Ponle por nombre Lo-ammí , porque vosotros no sois mi pueblo y yo no soy vuestro Dios.
10
Pero el número de los hijos de Israel será como la arena del mar, que no se puede medir ni contar; y sucederá que en el lugar donde se les dice: No sois mi pueblo, se les dirá: Sois hijos del Dios viviente.
11
Y los hijos de Judá y los hijos de Israel se reunirán, y nombrarán para sí un solo jefe, y subirán de la tierra, porque grande será el día de Jezreel.