18
No volveremos a nuestros hogares hasta que cada uno de los hijos de Israel haya ocupado su heredad.
19
Porque no tendremos heredad con ellos al otro lado del Jordán y más allá, pues nuestra heredad nos ha tocado de este lado del Jordán, al oriente.
20
Y Moisés les dijo: Si hacéis esto, si os armáis delante del SEÑOR para la guerra,
21
y todos vuestros guerreros cruzan el Jordán delante del SEÑOR hasta que El haya expulsado a sus enemigos delante de El,
22
y la tierra quede sojuzgada delante del SEÑOR; después volveréis y quedaréis libres de obligación para con el SEÑOR y para con Israel; y esta tierra será vuestra en posesión delante del SEÑOR.
23
Pero si no lo hacéis así, mirad, habréis pecado ante el SEÑOR, y tened por seguro que vuestro pecado os alcanzará.
24
Edificaos ciudades para vuestros pequeños, y apriscos para vuestras ovejas; y haced lo que habéis prometido.
25
Y los hijos de Gad y los hijos de Rubén hablaron a Moisés, diciendo: Tus siervos harán tal como mi señor ordena.
26
Nuestros pequeños, nuestras mujeres, nuestro ganado y nuestros rebaños quedarán allí en las ciudades de Galaad;
27
mientras tus siervos, todos los que están armados para la guerra, cruzarán delante del SEÑOR para la batalla, tal como mi señor dice.
28
Así lo ordenó Moisés en relación a ellos, al sacerdote Eleazar, a Josué, hijo de Nun, y a los jefes de las casas paternas de las tribus de los hijos de Israel.