7
Bien dicen las hijas de Salphaad: has de darles posesión de heredad entre los hermanos de su padre; y traspasarás la heredad de su padre á ellas.
8
Y á los hijos de Israel hablarás, diciendo: Cuando alguno muriere sin hijos, traspasaréis su herencia á su hija:
9
Y si no tuviere hija, daréis su herencia á sus hermanos:
10
Y si no tuviere hermanos, daréis su herencia á los hermanos de su padre.
11
Y si su padre no tuviere hermanos, daréis su herencia á su pariente más cercano de su linaje, el cual la poseerá: y será á los hijos de Israel por estatuto de derecho, como Jehová mandó á Moisés.
12
Y Jehová dijo á Moisés: Sube á este monte Abarim, y verás la tierra que he dado á los hijos de Israel.
13
Y después que la habrás visto, tú también serás reunido á tus pueblos, como fué reunido tu hermano Aarón:
14
Pues fuisteis rebeldes á mi dicho en el desierto de Zin, en la rencilla de la congregación, para santificarme en las aguas á ojos de ellos. Estas son las aguas de la rencilla de Cades en el desierto de Zin.
15
Entonces respondió Moisés á Jehová, diciendo:
16
Ponga Jehová, Dios de los espíritus de toda carne, varón sobre la congregación,
17
Que salga delante de ellos, y que entre delante de ellos, que los saque y los introduzca; porque la congregación de Jehová no sea como ovejas sin pastor.