4
¿Por qué ha de desaparecer el nombre de nuestro padre de entre su familia sólo porque no tuvo hijo? Dadnos herencia entre los hermanos de nuestro padre.
5
Y Moisés presentó su caso ante el SEÑOR.
6
Entonces el SEÑOR habló a Moisés, diciendo:
7
Las hijas de Zelofehad tienen razón en lo que dicen. Ciertamente les darás herencia entre los hermanos de su padre, y pasarás a ellas la herencia de su padre.
8
Además, hablarás a los hijos de Israel, diciendo: "Si un hombre muere y no tiene hijo, pasaréis su herencia a su hija.
9
"Y si no tiene hija, entonces daréis su herencia a sus hermanos.
10
"Y si no tiene hermanos, entonces daréis su herencia a los hermanos de su padre.
11
"Y si su padre no tiene hermanos, entonces daréis su herencia al pariente más cercano en su familia, y él la poseerá. Y será norma de derecho para los hijos de Israel, tal como el SEÑOR ordenó a Moisés."
12
Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: Sube a este monte Abarim, y mira la tierra que yo he dado a los hijos de Israel.
13
Y cuando la hayas visto, tú también te reunirás a tu pueblo, como se reunió tu hermano Aarón.
14
Porque cuando os rebelasteis contra mi mandamiento en el desierto de Zin durante la contienda de la congregación, debisteis santificarme en las aguas ante sus ojos. (Esas son las aguas de Meriba, de Cades, en el desierto de Zin.)