5
Y habló el pueblo contra Dios y Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? que ni hay pan, ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano.
6
Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo: y murió mucho pueblo de Israel.
7
Entonces el pueblo vino á Moisés, y dijeron: Pecado hemos por haber hablado contra Jehová, y contra ti: ruega á Jehová que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oró por el pueblo.
8
Y Jehová dijo á Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre la bandera: y será que cualquiera que fuere mordido y mirare á ella, vivirá.
9
Y Moisés hizo una serpiente de metal, y púsola sobre la bandera, y fué, que cuando alguna serpiente mordía á alguno, miraba á la serpiente de metal, y vivía.
10
Y partieron los hijos de Israel, y asentaron campo en Oboth.
11
Y partidos de Oboth, asentaron en Ije-abarim, en el desierto que está delante de Moab, al nacimiento del sol.
12
Partidos de allí, asentaron en la arroyada de Zared.
13
De allí movieron, y asentaron de la otra parte de Arnón, que está en el desierto, y que sale del término del Amorrheo; porque Arnón es término de Moab, entre Moab y el Amorrheo.
14
Por tanto se dice en el libro de las batallas de Jehová: Lo que hizo en el mar Bermejo, Y en los arroyos de Arnón:
15
Y á la corriente de los arroyos Que va á parar en Ar, Y descansa en el término de Moab.
16
Y de allí vinieron á Beer: este es el pozo del cual Jehová dijo á Moisés: Junta al pueblo, y les daré agua.
17
Entonces cantó Israel esta canción: Sube, oh pozo; á él cantad:
18
Pozo, el cual cavaron los señores; Caváronlo los príncipes del pueblo, Y el legislador, con sus bordones.
19
Y de Mathana á Nahaliel: y de Nahaliel á Bamoth:
20
Y de Bamoth al valle que está en los campos de Moab, y á la cumbre de Pisga, que mira á Jesimón.
21
Y envió Israel embajadores á Sehón, rey de los Amorrheos, diciendo:
22
Pasaré por tu tierra: no nos apartaremos por los labrados, ni por las viñas; no beberemos las aguas de los pozos: por el camino real iremos, hasta que pasemos tu término.
23
Mas Sehón no dejó pasar á Israel por su término: antes juntó Sehón todo su pueblo, y salió contra Israel en el desierto: y vino á Jahaz, y peleó contra Israel.
24
E hirióle Israel á filo de espada, y tomó su tierra desde Arnón hasta Jaboc, hasta los hijos de Ammón: porque el término de los hijos de Ammón era fuerte.
25
Y tomó Israel todas estas ciudades: y habitó Israel en todas las ciudades del Amorrheo, en Hesbón y en todas sus aldeas.
26
Porque Hesbón era la ciudad de Sehón, rey de los Amorrheos; el cual había tenido guerra antes con el rey de Moab, y tomado de su poder toda su tierra hasta Arnón.
27
Por tanto, dicen los proverbistas: Venid á Hesbón, Edifíquese y repárese la ciudad de Sehón:
28
Que fuego salió de Hesbón, Y llama de la ciudad de Sehón, Y consumió á Ar de Moab, A los señores de los altos de Arnón.
29
¡¡Ay de ti, Moab¡ Perecido has, pueblo de Chêmos: Puso sus hijos en huída, Y sus hijas en cautividad, Por Sehón rey de los Amorrheos.
30
Mas devastamos el reino de ellos; pereció Hesbón hasta Dibón, Y destruimos hasta Nopha y Medeba.
31
Así habitó Israel en la tierra del Amorrheo.
32
Y envió Moisés á reconocer á Jazer; y tomaron sus aldeas, y echaron al Amorrheo que estaba allí.
33
Y volvieron, y subieron camino de Basán, y salió contra ellos Og rey de Basán, él y todo su pueblo, para pelear en Edrei.
34
Entonces Jehová dijo á Moisés: No le tengas miedo, que en tu mano lo he dado, á el y á todo su pueblo, y á su tierra; y harás de él como hiciste de Sehón, rey de los Amorrheos, que habitaba en Hesbón.
35
E hirieron á él, y á sus hijos, y á toda su gente, sin que le quedara uno, y poseyeron su tierra.