16
Porque no pudo el SEÑOR meter este pueblo en la tierra de la cual les había jurado, los mató en el desierto
17
Ahora, pues, yo te ruego que sea magnificada la fortaleza del Señor, como lo hablaste, diciendo
18
El SEÑOR, tardo de ira y grande en misericordia, que suelta la iniquidad y la rebelión, y absolviendo no absolverá al culpado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta las terceras y hasta las cuartas generaciones
19
Perdona ahora la iniquidad de este pueblo según la grandeza de tu misericordia, y como has perdonado a este pueblo desde Egipto hasta aquí
20
Entonces el SEÑOR dijo: Yo lo he perdonado conforme a tu dicho
21
Mas, tan ciertamente como vivo yo, la gloria del SEÑOR llenará toda la tierra
22
Porque todos los que vieron mi gloria y mis señales que he hecho en Egipto y en el desierto, y me han tentado ya diez veces, y no han oído mi voz
23
no verán la tierra de la cual juré a sus padres; no, ninguno de los que me han irritado la verá
24
Pero mi siervo Caleb, por cuanto hubo en él otro espíritu, y cumplió de ir en pos de mí, yo le meteré en la tierra donde entró y su simiente la recibirá en heredad
25
y aun al amalecita y al cananeo que habitan en el valle. Volveos mañana, y partíos al desierto, camino del mar Bermejo
26
Y el SEÑOR habló a Moisés y a Aarón, diciendo