25
Al cabo de cuarenta días los doce hombres regresaron de explorar aquella tierra.
26
Volvieron a Cades, en el desierto de Parán, que era donde estaban Moisés, Aarón y toda la comunidad israelita, y les presentaron a todos ellos un informe, y les mostraron los frutos de esa tierra.
27
Este fue el informe:—Fuimos al país al que nos enviaste, ¡y por cierto que allí abundan la leche y la miel! Aquí pueden ver sus frutos.
28
Pero el pueblo que allí habita es poderoso, y sus ciudades son enormes y están fortificadas. Hasta vimos anaquitas allí.
29
Los amalecitas habitan el Néguev; los hititas, jebuseos y amorreos viven en la montaña, y los cananeos ocupan la zona costera y la ribera del río Jordán.
30
Caleb hizo callar al pueblo ante Moisés, y dijo:—Subamos a conquistar esa tierra. Estoy seguro de que podremos hacerlo.
31
Pero los que habían ido con él respondieron:—No podremos combatir contra esa gente. ¡Son más fuertes que nosotros!
32
Y comenzaron a esparcir entre los israelitas falsos rumores acerca de la tierra que habían explorado. Decían:—La tierra que hemos explorado se traga a sus habitantes, y los hombres que allí vimos son enormes.
33
¡Hasta vimos anaquitas! Comparados con ellos, parecíamos langostas, y así nos veían ellos a nosotros.