2 Entonces clamó el pueblo a Moisés, y Moisés oró al SEÑOR y el fuego se apagó.
3 Y se le dio a aquel lugar el nombre de Tabera , porque el fuego del SEÑOR había ardido entre ellos.
4 Y el populacho que estaba entre ellos tenía un deseo insaciable; y también los hijos de Israel volvieron a llorar, y dijeron: ¿Quién nos dará carne para comer?
5 Nos acordamos del pescado que comíamos gratis en Egipto, de los pepinos, de los melones, los puerros, las cebollas y los ajos;
6 pero ahora no tenemos apetito. Nada hay para nuestros ojos excepto este maná.
7 Y el maná era como una semilla de cilantro, y su aspecto como el del bedelio.
8 El pueblo iba, lo recogía y lo molía entre dos piedras de molino, o lo machacaba en el mortero, y lo hervía en el caldero y hacía tortas con él; y tenía el sabor de tortas cocidas con aceite.
9 Cuando el rocío caía en el campamento por la noche, con él caía el maná.
10 Y Moisés oyó llorar al pueblo, por sus familias, cada uno a la puerta de su tienda; y la ira del SEÑOR se encendió en gran manera, y a Moisés no le agradó.
11 Entonces Moisés dijo al SEÑOR: ¿Por qué has tratado tan mal a tu siervo? ¿Y por qué no he hallado gracia ante tus ojos para que hayas puesto la carga de todo este pueblo sobre mí?
12 ¿Acaso concebí yo a todo este pueblo? ¿Fui yo quien lo dio a luz para que me dijeras: "Llévalo en tu seno, como la nodriza lleva al niño de pecho, a la tierra que yo juré a sus padres"?
13 ¿De dónde he de conseguir carne para dar a todo este pueblo? Porque claman a mí, diciendo: "Danos carne para que comamos."
14 Yo solo no puedo llevar a todo este pueblo, porque es mucha carga para mí.
15 Y si así me vas a tratar, te ruego que me mates si he hallado gracia ante tus ojos, y no me permitas ver mi desventura.
16 Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: Reúneme a setenta hombres de los ancianos de Israel, a quienes tú conozcas como los ancianos del pueblo y a sus oficiales, y tráelos a la tienda de reunión y que permanezcan allí contigo.
17 Entonces descenderé y hablaré contigo allí, y tomaré del Espíritu que está sobre ti y lo pondré sobre ellos, y llevarán contigo la carga del pueblo para que no la lleves tú solo.
18 Y di al pueblo: "Consagraos para mañana, y comeréis carne, pues habéis llorado a oídos del SEÑOR, diciendo: "¡Quién nos diera a comer carne! Porque nos iba mejor en Egipto.' El SEÑOR, pues, os dará carne y comeréis.
19 "No comeréis un día, ni dos días, ni cinco días, ni diez días, ni veinte días,
20 sino todo un mes, hasta que os salga por las narices y os sea aborrecible, porque habéis rechazado al SEÑOR, que está entre vosotros, y habéis llorado delante de El, diciendo: "¿Por qué salimos de Egipto?'"
21 Pero Moisés dijo: El pueblo, en medio del cual estoy, llega a seiscientos mil de a pie; y tú has dicho: "Les daré carne a fin de que coman, por todo un mes."
22 ¿Sería suficiente degollar para ellos las ovejas y los bueyes? ¿O sería suficiente juntar para ellos todos los peces del mar?
23 Y el SEÑOR dijo a Moisés: ¿Está limitado el poder del SEÑOR? Ahora verás si mi palabra se te cumple o no.
24 Salió Moisés y dijo al pueblo las palabras del SEÑOR. Reunió después a setenta hombres de los ancianos del pueblo y los colocó alrededor de la tienda.
25 Entonces el SEÑOR descendió en la nube y le habló; y tomó del Espíritu que estaba sobre él y lo colocó sobre los setenta ancianos. Y sucedió que cuando el Espíritu reposó sobre ellos, profetizaron; pero no volvieron a hacerlo más.
26 Pero dos hombres habían quedado en el campamento; uno se llamaba Eldad, y el otro se llamaba Medad. Y el Espíritu reposó sobre ellos (ellos estaban entre los que se habían inscrito, pero no habían salido a la tienda), y profetizaron en el campamento.
27 Y un joven corrió y avisó a Moisés, diciendo: Eldad y Medad están profetizando en el campamento.
28 Entonces respondió Josué, hijo de Nun, ayudante de Moisés desde su juventud, y dijo: Moisés, señor mío, detenlos.
29 Pero Moisés le dijo: ¿Tienes celos por causa mía? ¡Ojalá todo el pueblo del SEÑOR fuera profeta, que el SEÑOR pusiera su Espíritu sobre ellos!
30 Después Moisés volvió al campamento, y con él los ancianos de Israel.
31 Y salió de parte del SEÑOR un viento que trajo codornices desde el mar y las dejó caer junto al campamento, como un día de camino de este lado, y un día de camino del otro lado, por todo alrededor del campamento, y como dos codos de espesor sobre la superficie de la tierra.
32 Y el pueblo estuvo levantado todo el día, toda la noche, y todo el día siguiente, y recogieron las codornices (el que recogió menos, recogió diez homeres ), y las tendieron para sí por todos los alrededores del campamento.

English Standard Version ESV

Numbers 11:2 Then the people cried out to Moses, and Moses prayed to the LORD, and the fire died down.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Números 11:2 Entonces el pueblo dio voces a Moisés, y Moisés oró al SEÑOR, y se calmó el fuego

King James Version KJV

Numbers 11:2 And the people cried unto Moses; and when Moses prayed unto the LORD, the fire was quenched.

New King James Version NKJV

Numbers 11:2 Then the people cried out to Moses, and when Moses prayed to the Lord, the fire was quenched.

Nueva Traducción Viviente NTV

Números 11:2 Así que el pueblo pidió ayuda a gritos a Moisés, y cuando él oró al Señor
, el fuego se apagó.

Nueva Versión Internacional NVI

Números 11:2 Entonces el pueblo clamó a Moisés, y este oró al SEÑOR por ellos y el fuego se apagó.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Números 11:2 Entonces el pueblo dió voces á Moisés, y Moisés oró á Jehová, y soterróse el fuego.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Números 11:2 Entonces el pueblo dio voces a Moisés, y Moisés oró al SEÑOR, y se calmó el fuego.

Herramientas de Estudio para Números 11:2-32