2 Faltó el misericordioso de la tierra, y ninguno hay recto entre los hombres: todos acechan á la sangre; cada cual arma red á su hermano.
3 Para completar la maldad con sus manos, el príncipe demanda, y el juez juzga por recompensa; y el grande habla el antojo de su alma, y lo confirman.
4 El mejor de ellos es como el cambrón; el más recto, como zarzal: el día de tus atalayas, tu visitación, viene; ahora será su confusión.
5 No creáis en amigo, ni confiéis en príncipe: de la que duerme á tu lado, guarda, no abras tu boca.
6 Porque el hijo deshonra al padre, la hija se levanta contra la madre, la nuera contra su suegra: y los enemigos del hombre son los de su casa.
7 Yo empero á Jehová esperaré, esperaré al Dios de mi salud: el Dios mío me oirá.
8 Tú, enemiga mía, no te huelgues de mí: porque aunque caí, he de levantarme; aunque more en tinieblas, Jehová será mi luz.
9 La ira de Jehová soportaré, porque pequé contra él, hasta que juzgue mi causa y haga mi juicio él me sacará á luz; veré su justicia.
10 Y mi enemiga verá, y la cubrirá vergüenza: la que me decía: ¿Dónde está Jehová tu Dios? Mis ojos la verán; ahora será hollada como lodo de las calles.
11 El día en que se edificarán tus muros, aquel día será alejado el mandamiento.
12 En ese día vendrán hasta ti desde Asiria y las ciudades fuertes, y desde las ciudades fuertes hasta el Río, y de mar á mar, y de monte á monte.
13 Y la tierra con sus moradores será asolada por el fruto de sus obras.
14 Apacienta tu pueblo con tu cayado, el rebaño de tu heredad, que mora solo en la montaña, en medio del Carmelo: pazcan en Basán y Galaad, como en el tiempo pasado.
15 Yo les mostraré maravillas como el día que saliste de Egipto.
16 Las gentes verán, y se avergonzarán de todas sus valentías; pondrán la mano sobre su boca, ensordecerán sus oídos.
17 Lamerán el polvo como la culebra; como las serpientes de la tierra, temblarán en sus encierros: despavorirse han de Jehová nuestro Dios, y temerán de ti.
18 ¿Qué Dios como tú, que perdonas la maldad, y olvidas el pecado del resto de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque es amador de misericordia.
19 El tornará, él tendrá misericordia de nosotros; él sujetará nuestras iniquidades, y echará en los profundos de la mar todos nuestros pecados.
20 Otorgarás á Jacob la verdad, y á Abraham la misericordia, que tú juraste á nuestros padres desde tiempos antiguos.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Miqueas 7:2 Ha desaparecido el bondadoso de la tierra, y no hay ninguno recto entre los hombres. Todos acechan para derramar sangre, unos a otros se echan la red.

English Standard Version ESV

Micah 7:2 The godly has perished from the earth, and there is no one upright among mankind; they all lie in wait for blood, and each hunts the other with a net.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Miqueas 7:2 Faltó el misericordioso de la tierra, y ninguno hay recto entre los hombres; todos acechan a la sangre; cada cual arma red a su hermano

King James Version KJV

Micah 7:2 The good man is perished out of the earth: and there is none upright among men: they all lie in wait for blood; they hunt every man his brother with a net.

New King James Version NKJV

Micah 7:2 The faithful man has perished from the earth, And there is no one upright among men. They all lie in wait for blood; Every man hunts his brother with a net.

Nueva Traducción Viviente NTV

Miqueas 7:2 La gente que sigue a Dios ha desaparecido;
no queda ni una sola persona honrada sobre la tierra.
Son todos asesinos,
les tienden trampas hasta a sus propios hermanos.

Nueva Versión Internacional NVI

Miqueas 7:2 La gente piadosa ha sido eliminada del país,¡ya no hay gente honrada en este mundo!Todos tratan de matar a alguien,y unos a otros se tienden redes.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Miqueas 7:2 Faltó el misericordioso de la tierra, y ninguno hay recto entre los hombres; todos acechan a la sangre; cada cual arma red a su hermano.

Herramientas de Estudio para Miqueas 7:2-20