15
Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía
16
Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y echó de ellos los demonios con la palabra, y sanó a todos los enfermos
17
para que se cumpliera lo que fue dicho por el profeta Isaías, que dijo: El tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias
18
Y viendo Jesús gran multitud alrededor de sí, mandó que se fueran al otro lado del lago
19
Y acercándose un escriba, le dijo: Maestro, te seguiré adondequiera que fueres
20
Y Jesús le dijo: Las zorras tienen cavernas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del hombre no tiene dónde recostar su cabeza
21
Y otro de sus discípulos le dijo: Señor, dame licencia para que vaya primero, y entierre a mi padre
22
Y Jesús le dijo: Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos
23
Y entrando él en un barco, sus discípulos le siguieron
24
Y he aquí, fue hecho en el mar un gran movimiento, que el barco se cubría de las ondas; mas él dormía
25
Y acercándose sus discípulos, le despertaron, diciendo: Señor, sálvanos, que perecemos