4 O ¿cómo dirás a tu hermano: Espera, echaré de tu ojo la mota, y he aquí hay una viga en tu ojo?
5 ¡Hipócrita! Echa primero la viga de tu ojo, y entonces mirarás en echar la mota del ojo de tu hermano.
6 No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los puercos; no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen.
7 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; tocad, y se os abrirá.
8 Porque cualquiera que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que toca, se le abre.
9 ¿Qué hombre hay de vosotros, a quien si su hijo pidiere pan, le dará una piedra?
10 ¿Y si le pidiere un pez, le dará una serpiente?
11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos, dará buenas cosas a los que le piden?
12 Así que, todas las cosas que quisiereis que los hombres hiciesen con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esta es la ley y los profetas.
13 Entrad por la puerta estrecha: porque el camino que lleva a perdición es ancho y espacioso; y los que van por él, son muchos.
14 Porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida; y pocos son los que lo hallan.
15 También guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, mas de dentro son lobos robadores.
16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Se cogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?
17 De esta manera, todo buen árbol lleva buenos frutos; mas el árbol podrido lleva malos frutos.
18 No puede el buen árbol llevar malos frutos, ni el árbol podrido llevar frutos buenos.
19 Todo árbol que no lleva buen fruto, se corta y se echa en el fuego.
20 Así que, por sus frutos los conoceréis.
21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el Reino de los cielos, sino el que hiciere la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre sacamos demonios, y en tu nombre hicimos muchas grandezas?
23 Y entonces les confesaré: Nunca os conocí; apartaos de mí, obradores de maldad.
24 Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé al varón prudente, que edificó su casa sobre la peña;

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Mateo 7:4 ¿O cómo puedes decir a tu hermano: "Déjame sacarte la mota del ojo", cuando la viga está en tu ojo?

English Standard Version ESV

Matthew 7:4 Or how can you say to your brother, 'Let me take the speck out of your eye,' when there is the log in your own eye?

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Mateo 7:4 O ¿cómo dirás a tu hermano: Espera, echaré de tu ojo la mota, y he aquí hay una viga en tu ojo

King James Version KJV

Matthew 7:4 Or how wilt thou say to thy brother, Let me pull out the mote out of thine eye; and, behold, a beam is in thine own eye?

New King James Version NKJV

Matthew 7:4 Or how can you say to your brother, 'Let me remove the speck from your eye'; and look, a plank is in your own eye?

Nueva Traducción Viviente NTV

Mateo 7:4 ¿Cómo puedes pensar en decirle a tu amigo:
“Déjame ayudarte a sacar la astilla de tu ojo”, cuando tú no puedes ver más allá del tronco que está en tu propio ojo?

Nueva Versión Internacional NVI

Mateo 7:4 ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: “Déjame sacarte la astilla del ojo”, cuando ahí tienes una viga en el tuyo?

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Mateo 7:4 O ¿cómo dirás á tu hermano: Espera, echaré de tu ojo la mota, y he aquí la viga en tu ojo?

Herramientas de Estudio para Mateo 7:4-24