24
Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y darán señales grandes y prodigios; de tal manera que engañarán, si es posible, aun a los escogidos
25
He aquí os lo he dicho antes
26
Así que, si os dijeren: He aquí en el desierto está, no salgáis; he aquí en las cámaras, no creáis
27
Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del hombre
28
Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas
29
Y luego, después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su lumbre, y las estrellas caerán del cielo, y las virtudes de los cielos serán conmovidas
30
Y entonces se mostrará la señal del Hijo del hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del hombre que vendrá sobre las nubes del cielo, con grande poder y gloria
31
Y enviará sus ángeles con trompeta y gran voz; y juntarán sus escogidos de los cuatro vientos, de un cabo del cielo hasta el otro
32
Del árbol de la higuera aprended la comparación: Cuando ya su rama se enternece, y las hojas brotan, sabéis que el verano está cerca
33
Así también vosotros, cuando viereis todas estas cosas, sabed que está cercano, a las puertas
34
De cierto os digo, que no pasará esta generación, que todas estas cosas no acontezcan
35
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán
36
Pero del día y hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino mi Padre solo
37
Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del hombre
38
Porque como eran en los días antes del diluvio, estaban comiendo y bebiendo, tomando mujeres los maridos y dándolas los padres, hasta el día que Noé entró en el arca
39
y no conocieron hasta que vino el diluvio y tomó a todos, así será también la venida del Hijo del hombre
40
Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado
41
Dos mujeres estarán moliendo a un molinillo; la una será tomada, y la otra será dejada
42
Velad pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor
43
Pero sabed esto, que si el padre de familia supiera a cuál hora el ladrón había de venir, velaría, y no dejaría minar su casa
44
Por tanto, también vosotros estad apercibidos; porque el Hijo del hombre ha de venir a la hora que no pensáis