19
Mas ¡ay de las preñadas, y de las que crían en aquellos días
20
Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en sábado
21
porque habrá entonces gran tribulación, cual no fue desde el principio del mundo hasta ahora, ni será
22
Y si aquellos días no fueran acortados, ninguna carne sería salva; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados
23
Entonces, si alguno os dijere: He aquí está el Cristo, o allí, no creáis
24
Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y darán señales grandes y prodigios; de tal manera que engañarán, si es posible, aun a los escogidos
25
He aquí os lo he dicho antes
26
Así que, si os dijeren: He aquí en el desierto está, no salgáis; he aquí en las cámaras, no creáis
27
Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del hombre
28
Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas
29
Y luego, después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su lumbre, y las estrellas caerán del cielo, y las virtudes de los cielos serán conmovidas