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Ellos le dijeron<***>: Del César. Entonces El les dijo<***>: Pues dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios.
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Al oír esto, se maravillaron; y dejándole, se fueron.
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Ese día se le acercaron algunos saduceos (los que dicen que no hay resurrección), y le preguntaron,
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diciendo: Maestro, Moisés dijo: "SI ALGUNO MUERE SIN TENER HIJOS, SU HERMANO, COMO PARIENTE MAS CERCANO, SE CASARA CON SU MUJER Y LEVANTARA DESCENDENCIA A SU HERMANO."
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Ahora bien, había entre nosotros siete hermanos; y el primero se casó, y murió; pero no teniendo descendencia, le dejó la mujer a su hermano;
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de igual manera también el segundo, y el tercero, hasta el séptimo.
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Y después de todos, murió la mujer.
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Por tanto, en la resurrección, ¿de cuál de los siete será mujer? Porque todos ellos la tuvieron.
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Pero Jesús respondió y les dijo: Estáis equivocados por no comprender las Escrituras ni el poder de Dios.
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Porque en la resurrección, ni se casan ni son dados en matrimonio, sino que son como los ángeles de Dios en el cielo.
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Y en cuanto a la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que os fue dicho por Dios, cuando dijo:
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"YO SOY EL DIOS DE ABRAHAM, Y EL DIOS DE ISAAC, Y EL DIOS DE JACOB"? El no es Dios de muertos, sino de vivos.
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Al oír esto, las multitudes se admiraban de su enseñanza.
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Pero al oír los fariseos que Jesús había dejado callados a los saduceos, se agruparon;
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y uno de ellos, intérprete de la ley, para ponerle a prueba le preguntó:
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Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento de la ley?
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Y El le dijo: AMARAS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU CORAZON, Y CON TODA TU ALMA, Y CON TODA TU MENTE.
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Este es el grande y el primer mandamiento.
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Y el segundo es semejante a éste: AMARAS A TU PROJIMO COMO A TI MISMO.
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De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas.
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Estando reunidos los fariseos, Jesús les hizo una pregunta,