28
»¿Qué les parece? —continuó Jesús—. Había un hombre que tenía dos hijos. Se dirigió al primero y le pidió: “Hijo, ve a trabajar hoy en el viñedo”.
29
“No quiero”, contestó, pero después se arrepintió y fue.
30
Luego el padre se dirigió al otro hijo y le pidió lo mismo. Este contestó: “Sí, señor”; pero no fue.
31
¿Cuál de los dos hizo lo que su padre quería?—El primero —contestaron ellos.Jesús les dijo:—Les aseguro que los recaudadores de impuestos y las prostitutas van delante de ustedes hacia el reino de Dios.
32
Porque Juan fue enviado a ustedes a señalarles el camino de la justicia, y no le creyeron, pero los recaudadores de impuestos y las prostitutas sí le creyeron. E incluso después de ver esto, ustedes no se arrepintieron para creerle.