7
Y prometió él con juramento darle todo lo que pidiese.
8
Y ella, instruida primero por su madre, dijo: Dame aquí en un plato la cabeza de Juan el Bautista.
9
Entonces el rey se entristeció; mas por el juramento, y por los que estaban juntamente a la mesa, mandó que se le diese.
10
Y ordenó degollar a Juan en la cárcel.
11
Y fue traída su cabeza en un plato y dada a la muchacha; y ella la presentó a su madre.
12
Entonces llegaron sus discípulos, y tomaron el cuerpo, y lo enterraron; y fueron, y dieron las nuevas a Jesús.
13
Oyéndolo Jesús, se apartó de allí en un barco a un lugar desierto, apartado; y cuando la multitud lo oyó, le siguió a pie desde las ciudades.
14
Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo misericordia de ellos, y sanó a los que de ellos había enfermos.
15
Y cuando fue la tarde del día, se llegaron a él sus discípulos, diciendo: El lugar es desierto, y el tiempo es ya pasado; despide la multitud, para que se vayan por las aldeas, y compren para sí de comer.
16
Mas Jesús les dijo: No tienen necesidad de irse; dadles vosotros de comer.
17
Y ellos dijeron: No tenemos aquí sino cinco panes y dos peces.