6 Pues os digo que uno mayor que el Templo está aquí
7 Mas si supieras qué es: Misericordia quiero y no sacrificio, no condenarías a los inocentes
8 Porque Señor aún del sábado, es el Hijo del hombre
9 Y partiendo de allí, vino a la sinagoga de ellos
10 Y he aquí había allí un hombre que tenía una mano seca; y le preguntaron, diciendo: ¿Es lícito curar en sábado?, por acusarle
11 Y él les dijo: ¿Qué hombre habrá de vosotros, que tenga una oveja, y si cayere ésta en una fosa en sábado, no le echa mano, y la levanta
12 Pues ¿cuánto más vale un hombre que una oveja? Así que, lícito es en los sábados hacer bien
13 Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y fue restituida sana como la otra
14 Y salidos los fariseos, tuvieron consejo contra él para destruirle
15 Mas sabiéndolo Jesús, se apartó de allí; y le siguieron grandes multitudes, y sanaba a todos
16 Y él les encargaba rigurosamente que no le descubrieran
17 para que se cumpliera lo que estaba dicho por el profeta Isaías, que dijo
18 He aquí mi siervo, al cual he escogido; mi Amado, en el cual se agrada mi alma; pondré mi Espíritu sobre él y a los gentiles anunciará juicio
19 No contenderá, ni voceará; ni nadie oirá en las calles su voz
20 La caña cascada no quebrará, y el pábilo que humea no apagará, hasta que saque a victoria el juicio
21 Y en su Nombre esperarán los gentiles
22 Entonces fue traído a él un endemoniado, ciego y mudo, y le sanó; de tal manera, que el ciego y mudo hablaba y veía
23 Y las multitudes estaban fuera de sí, y decían: ¿Es éste aquel Hijo de David
24 Mas los fariseos, oyéndolo, decían: Este no echa fuera los demonios, sino por Beelzebú, príncipe de los demonios
25 Y Jesús, como sabía los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es desolado; y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá
26 Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su reino
27 Y si yo por Beelzebú echo fuera los demonios, ¿vuestros hijos por quién los echan? Por tanto, ellos serán vuestros jueces
28 Y si por el Espíritu de Dios yo echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el Reino de Dios
29 Porque, ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus alhajas, si primero no prendiere al hombre fuerte; y entonces saqueará su casa
30 El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no coge, derrama
31 Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no le será perdonada a los hombres
32 Y cualquiera que hablare contra el Hijo del hombre, le será perdonado; mas cualquiera que hablare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo, ni en el venidero
33 O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, o haced el árbol podrido, y su fruto podrido; porque por el fruto es conocido el árbol
34 Generación de víboras, ¿cómo podéis hablar bien, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca
35 El hombre bueno del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo del mal tesoro saca malas cosas
36 Mas yo os digo, que toda palabra ociosa que hablaren los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Mateo 12:6 Pues os digo que algo mayor que el templo está aquí.

English Standard Version ESV

Matthew 12:6 I tell you, something greater than the temple is here.

King James Version KJV

Matthew 12:6 But I say unto you, That in this place is one greater than the temple.

New King James Version NKJV

Matthew 12:6 Yet I say to you that in this place there is One greater than the temple.

Nueva Traducción Viviente NTV

Mateo 12:6 Les digo, ¡aquí hay uno que es superior al templo!

Nueva Versión Internacional NVI

Mateo 12:6 Pues yo les digo que aquí está uno más grande que el templo.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Mateo 12:6 Pues os digo que uno mayor que el templo está aquí.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Mateo 12:6 Pues os digo que uno mayor que el Templo está aquí.

Herramientas de Estudio para Mateo 12:6-36