6
Y él se quedó asombrado por la incredulidad de ellos.Jesús recorría los alrededores, enseñando de pueblo en pueblo.
7
Reunió a los doce, y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus malignos.
8
Les ordenó que no llevaran nada para el camino, ni pan, ni bolsa, ni dinero en el cinturón, sino solo un bastón.
9
«Lleven sandalias —dijo—, pero no dos mudas de ropa».
10
Y añadió: «Cuando entren en una casa, quédense allí hasta que salgan del pueblo.
11
Y si en algún lugar no los reciben bien o no los escuchan, al salir de allí sacúdanse el polvo de los pies, como un testimonio contra ellos».
12
Los doce salieron y exhortaban a la gente a que se arrepintiera.
13
También expulsaban a muchos demonios y sanaban a muchos enfermos, ungiéndolos con aceite.