32
Y se fueron en la barca a un lugar solitario, apartado.
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Pero la gente los vio partir, y muchos los reconocieron y juntos corrieron allá a pie de todas las ciudades, y llegaron antes que ellos.
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Al desembarcar, El vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas sin pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas.
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Y cuando era ya muy tarde, sus discípulos se le acercaron, diciendo: El lugar está desierto y ya es muy tarde;
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despídelos para que vayan a los campos y aldeas de alrededor, y se compren algo de comer.
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Pero respondiendo El, les dijo: Dadles vosotros de comer. Y ellos le dijeron<***>: ¿Quieres que vayamos y compremos doscientos denarios de pan y les demos de comer?
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Y El les dijo<***>: ¿Cuántos panes tenéis? Id y ved. Y cuando se cercioraron le dijeron<***>: Cinco, y dos peces.
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Y les mandó que todos se recostaran por grupos sobre la hierba verde.
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Y se recostaron por grupos de cien y de cincuenta.
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Entonces El tomó los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, los bendijo, y partió los panes y los iba dando a los discípulos para que se los sirvieran; también repartió los dos peces entre todos.
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Todos comieron y se saciaron.
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Y recogieron doce cestas llenas de los pedazos, y también de los peces.
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Los que comieron los panes eran cinco mil hombres.