22
Y entrando la hija de Herodías, y danzando, y agradando á Herodes y á los que estaban con él á la mesa, el rey dijo á la muchacha: Pídeme lo que quisieres, que yo te lo daré.
23
Y le juró: Todo lo que me pidieres te daré, hasta la mitad de mi reino.
24
Y saliendo ella, dijo á su madre: ¿Qué pediré? Y ella dijo: La cabeza de Juan Bautista.
25
Entonces ella entró prestamente al rey, y pidió, diciendo: Quiero que ahora mismo me des en un plato la cabeza de Juan Bautista.
26
Y el rey se entristeció mucho; mas á causa del juramento, y de los que estaban con él á la mesa, no quiso desecharla.
27
Y luego el rey, enviando uno de la guardia, mandó que fuese traída su cabeza;
28
El cual fué, y le degolló en la cárcel, y trajó su cabeza en un plato, y la dió á la muchacha, y la muchacha la dió á su madre.
29
Y oyéndo lo sus discípulos, vinieron y tomaron su cuerpo, y le pusieron en un sepulcro.
30
Y los apóstoles se juntaron con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho, y lo que habían enseñado.
31
Y él les dijo: Venid vosotros aparte al lugar desierto, y reposad un poco. Porque eran muchos los que iban y venían, que ni aun tenían lugar de comer.
32
Y se fueron en un barco al lugar desierto aparte.
33
Y los vieron ir muchos, y le conocieron; y concurrieron allá muchos á pie de las ciudades, y llegaron antes que ellos, y se juntaron á él.
34
Y saliendo Jesús vió grande multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor; y les comenzó á enseñar muchas cosas.
35
Y como ya fuese el día muy entrado, sus discípulos llegaron á él, diciendo: El lugar es desierto, y el día ya muy entrado;
36
Envíalos para que vayan á los cortijos y aldeas de alrededor, y compren para sí pan; porque no tienen qué comer.
37
Y respondiendo él, les dijo: Dadles de comer vosotros. Y le dijeron: ¿Que vayamos y compremos pan por doscientos denarios, y les demos de comer?
38
Y él les dice: ¿Cuántos panes tenéis? Id, y vedlo. Y sabiéndolo, dijeron: Cinco, y dos peces.
39
Y les mandó que hiciesen recostar á todos por partidas sobre la hierba verde.
40
Y se recostaron por partidas, de ciento en ciento, y de cincuenta en cincuenta.
41
Y tomados los cinco panes y los dos peces, mirando al cielo, bendijo, y partió los panes, y dió á sus discípulos para que los pusiesen delante: y repartió á todos los dos peces.
42
Y comieron todos, y se hartaron.