2 Y le acechaban si en sábado le sanaría, para acusarle.
3 Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate en medio.
4 Y les dice: ¿Es lícito hacer bien en sábados, o hacer mal? ¿Salvar la persona, o matarla? Mas ellos callaban.
5 Y mirándolos alrededor con enojo, condoliéndose de la ceguedad de sus corazones, dice al hombre: Extiende tu mano. Y la extendió; y su mano fue restituida sana como la otra.
6 Entonces saliendo los Fariseos, tomaron consejo con los herodianos contra él, para matarle.
7 Mas Jesús se apartó al mar con sus discípulos; y le siguió gran multitud de Galilea, y de Judea,
8 y de Jerusalén, y de Idumea, y del otro lado del Jordán. Y los que moran alrededor de Tiro y de Sidón, grande multitud, oyendo cuán grandes cosas hacía, vinieron a él.
9 Y dijo a sus discípulos que le estuviese siempre apercibida la barquilla, por causa de la multitud, para que no le oprimiesen.
10 Porque había sanado a muchos; de tal manera que caían sobre él cuantos tenían plagas, para tocarle .
11 Y los espíritus inmundos, al verle, se postraban delante de él, y daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios.
12 Mas él les reñía mucho que no lo manifestasen.
13 Y subió al monte, y llamó a sí a los que él quiso; y vinieron a él.
14 Y estableció doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar.
15 Y que tuviesen potestad de sanar enfermedades, y de echar fuera demonios.
16 A Simón, al cual puso por nombre Pedro;
17 y a Jacobo, hijo de Zebedeo, y a Juan hermano de Jacobo; y los apellidó Boanerges, que es, Hijos del trueno;
18 y a Andrés, y a Felipe, y a Bartolomé, y a Mateo, y a Tomás, y a Jacobo hijo de Alfeo, y a Tadeo, y a Simón el cananista,
19 Y a Judas Iscariote, el que le entregó. Y vinieron a casa.
20 Y otra vez se juntó la multitud de tal manera, que ellos ni aun podían comer pan.
21 Cuando lo oyeron los suyos, vinieron para prenderle; porque decían: Está fuera de sí.
22 Pero los escribas que habían venido de Jerusalén, decían que tenía a Beelzebú; y que por el príncipe de los demonios echaba fuera los demonios.
23 Y llamándolos, les dijo en parábolas: ¿Cómo puede Satanás echar fuera a Satanás?
24 Si algún reino contra sí mismo fuere dividido, no puede permanecer el tal reino.
25 Y si alguna casa fuere dividida contra sí misma, no puede permanecer la tal casa.
26 Y si Satanás se levantare contra sí mismo, y fuere dividido, no puede permanecer; antes tiene fin.
27 Nadie puede saquear las alhajas del hombre fuerte entrando en su casa, si antes no atare al hombre fuerte; y entonces saqueará su casa.
28 De cierto os digo que todos los pecados serán perdonados a los hijos de los hombres, y las blasfemias cualesquiera con que blasfemaren;
29 mas cualquiera que blasfemare contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón; mas está obligado a eterno juicio.
30 Porque decían: Tiene espíritu inmundo.
31 Vienen después sus hermanos y su madre, y estando fuera, enviaron a él, llamándole.
32 La multitud estaba sentada alrededor de él, y le dijeron: He aquí, tu madre y tus hermanos (y tus hermanas) te buscan fuera.
33 Y él les respondió, diciendo: ¿Quién es mi madre y mis hermanos?
34 Y mirando alrededor a los que estaban sentados alrededor de él, dijo: He aquí mi madre y hermanos.
35 Porque cualquiera que hiciere la voluntad de Dios, éste es mi hermano, y mi hermana, y mi madre.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Marcos 3:2 Y le observaban para ver si le sanaba en el día de reposo, para poder acusarle.

English Standard Version ESV

Mark 3:2 And they watched Jesus, to see whether he would heal him on the Sabbath, so that they might accuse him.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Marcos 3:2 Y le acechaban si en sábado le sanaría, para acusarle

King James Version KJV

Mark 3:2 And they watched him, whether he would heal him on the sabbath day; that they might accuse him.

New King James Version NKJV

Mark 3:2 So they watched Him closely, whether He would heal him on the Sabbath, so that they might accuse Him.

Nueva Traducción Viviente NTV

Marcos 3:2 Como era el día de descanso, los enemigos de Jesús lo vigilaban de cerca. Si sanaba la mano del hombre, tenían pensado acusarlo por trabajar en el día de descanso.

Nueva Versión Internacional NVI

Marcos 3:2 Algunos que buscaban un motivo para acusar a Jesús no le quitaban la vista de encima para ver si sanaba al enfermo en sábado.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Marcos 3:2 Y le acechaban si en sábado le sanaría, para acusarle.

Herramientas de Estudio para Marcos 3:2-35