11
Mas los príncipes de los sacerdotes incitaron a la multitud, que les soltara antes a Barrabás
12
Y respondiendo Pilato, les dice otra vez: ¿Qué pues queréis que haga del que llamáis Rey de los Judíos
13
Y ellos volvieron a dar voces: Cuélguenlo de un madero
14
Mas Pilato les decía: ¿Pues qué mal ha hecho? Y ellos daban más voces: Cuélguenlo de un madero
15
Y Pilato, queriendo satisfacer al pueblo, les soltó a Barrabás, y entregó a Jesús, después de azotarle, para que fuera colgado de un madero
16
Entonces los soldados le llevaron dentro del patio, es a saber al Pretorio; y convocaron toda la cuadrilla
17
Y le vistieron de púrpura; y poniéndole una corona tejida de espinas
18
Comenzaron luego a saludarle: ¡Salve, Rey de los Judíos
19
Y le herían su cabeza con una caña, y escupían en él, y le adoraban hincadas las rodillas
20
Y cuando le hubieron escarnecido, le desnudaron la ropa de púrpura, y le vistieron sus propios vestidos, y le sacaron para colgarle del madero
21
Y cargaron a uno que pasaba, (Simón Cireneo, padre de Alejandro y de Rufo, que venía del campo), para que llevara su madero