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Levantaos, vamos; he aquí, el que me entrega está cerca
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Y luego, aún hablando él, vino Judas, que era uno de los doce, y con él una multitud con espadas y palos, de parte de los príncipes de los sacerdotes, y de los escribas y de los ancianos
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Y el que le entregaba les había dado señal común, diciendo: Al que yo besare, aquel es: prendedle, y llevadle con seguridad
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Y como vino, se acercó luego a él, y le dijo: Maestro, Maestro. Y le besó
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Entonces ellos echaron en él sus manos, y le prendieron
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Y uno de los que estaban allí, sacando la espada, hirió al siervo del sumo sacerdote; y le cortó la oreja
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Y respondiendo Jesús, les dijo: ¿Cómo a ladrón habéis salido con espadas y con palos a tomarme
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Cada día estaba con vosotros enseñando en el Templo, y no me tomasteis; pero es así, para que se cumplan las Escrituras
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Entonces dejándole todos sus discípulos, huyeron
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Pero un joven le seguía cubierto de una sábana sobre el cuerpo desnudo; y los mancebos le prendieron
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mas él, dejando la sábana, huyó de ellos desnudo