11
Y cuando os trajeren para entregaros, no premeditéis qué habéis de decir, ni lo penséis; mas lo que os fuere dado en aquella hora, eso hablad; porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu Santo
12
Y entregará a la muerte el hermano al hermano, y el padre al hijo; y se levantarán los hijos contra los padres, y los matarán
13
Y seréis aborrecidos de todos por mi nombre; MAS EL QUE PERSEVERARE HASTA EL FIN, ESTE SERÁ SALVO
14
Pero cuando viereis la abominación de asolamiento, (que fue dicha por el profeta Daniel,) que estará donde no debe, el que lee, entienda, entonces los que estuvieren en Judea huyan a los montes
15
y el que estuviere sobre la casa, no descienda a la casa, ni entre para tomar algo de su casa
16
y el que estuviere en el campo, no vuelva atrás ni aun a tomar su capa
17
Mas ¡ay de las que estén encinta, y de las que criaren en aquellos días
18
Orad pues, que no acontezca vuestra huida en invierno
19
Porque aquellos días serán de aflicción, cual nunca fue desde el principio de la creación de las cosas que creó Dios, hasta este tiempo, ni será
20
Y si el Señor no hubiera acortado aquellos días, ninguna carne se salvaría; mas por causa de los escogidos, que él escogió, acortó aquellos días
21
Y entonces si alguno os dijere: He aquí, aquí está el Cristo; o, He aquí, allí está, no le creáis