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Y le siguió Simón, y los que estaban con él
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Y hallándole, le dicen: Todos te buscan
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Y les dice: Vamos a los lugares vecinos, para que predique también allí; porque para esto he venido
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Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echaba fuera los demonios
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Y un leproso vino a él, rogándole; e hincada la rodilla, le dice: Si quieres, puedes limpiarme
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Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió su mano, y le tocó, y le dice: Quiero, sé limpio
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Y así que hubo él hablado, la lepra se fue luego de aquel, y fue limpio
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Entonces le apercibió, y le despidió luego
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y le dice: Mira, no digas a nadie nada; sino ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu limpieza lo que Moisés mandó, para testimonio a ellos
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Mas ido él, comenzó a publicarlo mucho, y a divulgar el hecho, de manera que ya Jesús no podía entrar manifiestamente en la ciudad, sino que estaba fuera en los lugares desiertos; y venían a él de todas partes