1
»Ahora, pues, este mandato es para ustedes, los sacerdotes.
2
Si no me hacen caso ni se deciden a honrar mi nombre —dice el SEÑORTodopoderoso—, les enviaré una maldición, y maldeciré sus bendiciones. Ya las he maldecido, porque ustedes no se han decidido a honrarme.
3
»Por esto, voy a reprender a sus descendientes. Les arrojaré a la cara los desperdicios de los sacrificios de sus fiestas, y los barreré junto con ellos.
4
Entonces sabrán que les he dado este mandato, a fin de que continúe mi pacto con Leví —dice el SEÑOR Todopoderoso—.
5
Mi pacto con él era de vida y paz, y se las di; era también de temor, y él me temió, y mostró ante mí profunda reverencia.
6
En su boca había instrucción fidedigna; en sus labios no se encontraba perversidad. En paz y rectitud caminó conmigo, y apartó del pecado a muchos.
7
»Los labios de un sacerdote atesoran sabiduría, y de su boca los hombres buscan instrucción, porque es mensajero del SEÑOR Todopoderoso.
8
Pero ustedes se han desviado del camino y mediante su instrucción han hecho tropezar a muchos; ustedes han arruinado el pacto con Leví —dice el SEÑOR Todopoderoso—.
9
Por mi parte, yo he hecho que ustedes sean despreciables y viles ante todo el pueblo, porque no han guardado mis caminos sino que han mostrado parcialidad en cuestiones de la ley».