46
Surgió entre los discípulos una discusión sobre quién de ellos sería el más importante.
47
Como Jesús sabía bien lo que pensaban, tomó a un niño y lo puso a su lado.
48
—El que recibe en mi nombre a este niño —les dijo—, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. El que es más insignificante entre todos ustedes, ese es el más importante.
49
—Maestro —intervino Juan—, vimos a un hombre que expulsaba demonios en tu nombre; pero como no anda con nosotros, tratamos de impedírselo.
50
—No se lo impidan —les replicó Jesús—, porque el que no está contra ustedes está a favor de ustedes.