14 Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban, pararon. Y dice: Joven, a ti digo, levántate
15 Entonces se incorporó el que había muerto, y comenzó a hablar. Y lo dio a su madre
16 Y todos tuvieron miedo, y glorificaban a Dios, diciendo: Que un gran profeta se ha levantado entre nosotros; y que Dios ha visitado a su pueblo
17 Y salió esta palabra de él por toda Judea, y por toda la tierra de alrededor
18 Y los discípulos de Juan le dieron las nuevas de todas estas cosas; y llamó Juan a dos de sus discípulos
19 y envió a Jesús, diciendo: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro
20 Y como los hombres vinieron a él, dijeron: Juan el Bautista nos ha enviado a ti, diciendo: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro
21 Y en la misma hora sanó a muchos de enfermedades y plagas, y de espíritus malos; y a muchos ciegos dio la vista
22 Y respondiendo Jesús, les dijo: Id, dad las nuevas a Juan de lo que habéis visto y oído: que los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos resucitan, a los pobres es anunciado el Evangelio
23 y bienaventurado es el que no fuere escandalizado en mí
24 Cuando se fueron los mensajeros de Juan, comenzó a hablar de Juan a la multitud: ¿Qué salisteis a ver al desierto? ¿Una caña que es agitada por el viento
25 Mas ¿qué salisteis a ver? ¿Un hombre cubierto de vestidos delicados? He aquí, los que están en vestido precioso, y viven en delicias, en los palacios de los reyes están
26 Mas ¿qué salisteis a ver? ¿Un profeta? También os digo, y aun más que profeta
27 Este es de quien está escrito: He aquí, envío mi ángel delante de tu faz, El cual aparejará tu camino delante de ti
28 Porque os digo que entre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta que Juan el Bautista; mas el más pequeño en el Reino de Dios es mayor que él
29 Y todo el pueblo oyéndole, y los publicanos, justificaron a Dios, bautizándose con el bautismo de Juan
30 Mas los fariseos y los sabios de la ley, desecharon el consejo de Dios contra sí mismos, no siendo bautizados de él
31 Y dice el Señor: ¿A quién, pues, compararé los hombres de esta generación, y a qué son semejantes
32 Semejantes son a los muchachos sentados en la plaza, y que dan voces los unos a los otros, y dicen: Os tañimos con flautas, y no bailasteis; os endechamos, y no llorasteis
33 Porque vino Juan el Bautista, que ni comía pan, ni bebía vino, y decís: Demonio tiene
34 Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y decís: He aquí un hombre comilón, y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores
35 Mas la sabiduría es justificada de todos sus hijos
36 Y le rogó uno de los fariseos, que comiera con él. Y entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa
37 Y he aquí una mujer que había sido pecadora en la ciudad, cuando entendió que estaba a la mesa en casa de aquel fariseo, trajo un alabastro de ungüento
38 Y estando detrás a sus pies, comenzó llorando a regar con lágrimas sus pies, y los limpiaba con los cabellos de su cabeza; y besaba sus pies, y los ungía con el ungüento
39 Y como vio esto el fariseo que le había convidado, habló entre sí, diciendo: Este, si fuera profeta, conocería quién y cuál es la mujer que le toca, que es pecadora
40 Entonces respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y él dice: Di, Maestro
41 Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta
42 y no teniendo ellos con qué pagar, soltó la deuda a ambos. Di, pues, ¿cuál de éstos le amará más
43 Y respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel al cual soltó más. Y él le dijo: Rectamente has juzgado
44 Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, no diste agua para mis pies; y ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha limpiado con los cabellos de su cabeza
45 No me diste beso, y ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies
46 No ungiste mi cabeza con óleo; y ésta ha ungido con ungüento mis pies
47 Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas al que se perdona poco, poco ama
48 Y a ella dijo: Los pecados te son perdonados
49 Y los que estaban juntamente sentados a la mesa, comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es éste, que también perdona pecados
50 Y dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, ve en paz

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Lucas 7:14 Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y Jesús dijo: Joven, a ti te digo: ¡Levántate!

English Standard Version ESV

Luke 7:14 Then he came up and touched the bier, and the bearers stood still. And he said, "Young man, I say to you, arise."

King James Version KJV

Luke 7:14 And he came and touched the bier: and they that bare him stood still. And he said,Young man, I say unto thee, Arise.

New King James Version NKJV

Luke 7:14 Then He came and touched the open coffin, and those who carried him stood still. And He said, "Young man, I say to you, arise."

Nueva Traducción Viviente NTV

Lucas 7:14 Luego se acercó al ataúd y lo tocó y los que cargaban el ataúd se detuvieron.
—dijo Jesús—,

Nueva Versión Internacional NVI

Lucas 7:14 Entonces se acercó y tocó el féretro. Los que lo llevaban se detuvieron, y Jesús dijo:—Joven, ¡te ordeno que te levantes!

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Lucas 7:14 Y acercándose, tocó el féretro: y los que lo llevaban, pararon. Y dice: Mancebo, á ti digo, levántate.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Lucas 7:14 Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban, pararon. Y dice: Joven, a ti digo, levántate.

Herramientas de Estudio para Lucas 7:14-50