6 Y aconteció también en otro sábado, que él entró en la sinagoga y enseñó; y estaba allí un hombre que tenía la mano derecha seca.
7 Y le acechaban los escribas y los fariseos, si sanaría en sábado, para hallar de qué le acusasen.
8 Mas él sabía los pensamientos de ellos; y dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate, y ponte en medio. Y él levantándose, se puso en pie.
9 Entonces Jesús les dice: Os preguntaré una cosa: ¿Es lícito en sábados hacer bien, o hacer mal? ¿Salvar una persona, o matarla?
10 Y mirándolos a todos alrededor, dice al hombre: Extiende tu mano. Y él lo hizo así, y su mano fue restituida sana como la otra.
11 Y ellos se llenaron de rabia; y hablaban los unos a los otros qué harían a Jesús.
12 Y aconteció en aquellos días, que fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios.
13 Y como fue de día, llamó a sus discípulos, y escogió doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles:
14 A Simón, al cual también llamó Pedro, y a Andrés su hermano, Jacobo y Juan, Felipe y Bartolomé,
15 Mateo y Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, y Simón el que se llama Zelote,
16 Judas, hermano de Jacobo, y Judas Iscariote, que también fue el traidor.
17 Y descendió con ellos, y se paró en un lugar llano, en compañía de sus discípulos, y una grande multitud de pueblo de toda Judea y de Jerusalén, y de la costa de Tiro y de Sidón, que habían venido a oírle, y para ser sanados de sus enfermedades;
18 y los que eran atormentados de espíritus inmundos eran curados.
19 Y toda la multitud procuraba tocarle; porque salía de él virtud, y sanaba a todos.
20 Y alzando él los ojos a sus discípulos, decía: Bienaventurados los pobres; porque vuestro es el Reino de Dios.
21 Bienaventurados los que ahora tenéis hambre; porque seréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis.
22 Bienaventurados seréis, cuando los hombres os aborrecieren, y cuando os apartaren de sí, y os denostaren, y desecharen vuestro nombre como malo, por el Hijo del hombre.
23 Gozaos en aquel día, y alegraos; porque he aquí vuestro galardón es grande en los cielos; porque así hacían sus padres a los profetas.
24 Mas ¡ay de vosotros, ricos! Porque tenéis vuestro consuelo.
25 ¡Ay de vosotros, los que estáis hartos! Porque tendréis hambre. ¡Ay de vosotros, los que ahora reís! Porque lamentaréis y lloraréis.
26 ¡Ay de vosotros, cuando todos los hombres dijeren bien de vosotros! Porque así hacían sus padres a los falsos profetas.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Lucas 6:6 Y en otro día de reposo entró en la sinagoga y enseñaba; y había allí un hombre que tenía la mano derecha seca.

English Standard Version ESV

Luke 6:6 On another Sabbath, he entered the synagogue and was teaching, and a man was there whose right hand was withered.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Lucas 6:6 Y aconteció también en otro sábado, que él entró en la sinagoga y enseñó; y estaba allí un hombre que tenía la mano derecha seca

King James Version KJV

New King James Version NKJV

Luke 6:6 Now it happened on another Sabbath, also, that He entered the synagogue and taught. And a man was there whose right hand was withered.

Nueva Traducción Viviente NTV

Lucas 6:6 Jesús sana en el día de descanso
Otro día de descanso, un hombre que tenía la mano derecha deforme estaba en la sinagoga mientras Jesús enseñaba.

Nueva Versión Internacional NVI

Lucas 6:6 Otro sábado entró en la sinagoga y comenzó a enseñar. Había allí un hombre que tenía la mano derecha paralizada;

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Lucas 6:6 Y aconteció también en otro sábado, que él entró en la sinagoga y enseñaba; y estaba allí un hombre que tenía la mano derecha seca.

Herramientas de Estudio para Lucas 6:6-26