31 Y como queréis que os hagan los hombres, así hacedles también vosotros.
32 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué gracias tendréis? Porque también los pecadores aman a los que los aman.
33 Y si hiciereis bien a los que os hacen bien, ¿qué gracias tendréis? Porque también los pecadores hacen lo mismo.
34 Y si prestaréis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué gracias tendréis? Porque también los pecadores prestan a los pecadores, para recibir otro tanto.
35 Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno aun para con los ingratos y malos.
36 Sed pues misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.
37 No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados.
38 Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida, y rebosando darán en vuestro seno; porque con la misma medida que midiereis, os será vuelto a medir.
39 Y les decía una parábola: ¿Puede el ciego guiar al ciego? ¿No caerán ambos en el hoyo?
40 El discípulo no es sobre su maestro; mas cualquiera que fuere como el maestro, será perfecto.
41 ¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y la viga que está en tu propio ojo no consideras?
42 ¿O cómo puedes decir a tu hermano: Hermano, deja, echaré fuera la paja que está en tu ojo, no mirando tú la viga, que está en tu ojo? Hipócrita, echa primero fuera de tu ojo la viga, y entonces verás bien para sacar la paja que está en el ojo de tu hermano.
43 Porque no es buen árbol el que hace malos frutos; ni árbol malo el que hace buen fruto.
44 Porque cada árbol por su fruto es conocido; que no cogen higos de los espinos, ni vendimian uvas de las zarzas.
45 El buen hombre del buen tesoro de su corazón saca bien; y el mal hombre del mal tesoro de su corazón saca mal; porque de la abundancia del corazón habla su boca.
46 ¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que digo?
47 Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras, y las hace, os enseñaré a quién es semejante:
48 Semejante es al hombre que edifica una casa, el cual cavó y ahondó, y puso el fundamento sobre piedra; y cuando vino una avenida, el río dio con ímpetu en aquella casa, mas no la pudo menear, porque estaba fundada sobre piedra.
49 Mas el que oyó y no hizo, semejante es al hombre que edificó su casa sobre tierra, sin fundamento; en la cual el río dio con ímpetu, y luego cayó; y fue grande la ruina de aquella casa.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Lucas 6:31 Y así como queréis que los hombres os hagan, haced con ellos de la misma manera.

English Standard Version ESV

Luke 6:31 And as you wish that others would do to you, do so to them.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Lucas 6:31 Y como queréis que os hagan los hombres, así hacedles también vosotros

King James Version KJV

New King James Version NKJV

Luke 6:31 And just as you want men to do to you, you also do to them likewise.

Nueva Traducción Viviente NTV

Lucas 6:31 Traten a los demás como les gustaría que ellos los trataran a ustedes.

Nueva Versión Internacional NVI

Lucas 6:31 Traten a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Lucas 6:31 Y como queréis que os hagan los hombres, así hacedles también vosotros:

Herramientas de Estudio para Lucas 6:31-49