12
Y respondiendo Jesús, le dijo: Dicho está: No tentarás al Señor tu Dios.
13
Y acabada toda tentación, el diablo se fue de él por un tiempo.
14
Y Jesús volvió en virtud del Espíritu a Galilea, y salió la fama de él por toda la tierra de alrededor,
15
Y él enseñaba en las sinagogas de ellos, y era glorificado de todos.
16
Y vino a Nazaret, donde había sido criado; y entró, conforme a su costumbre, el día del sábado en la sinagoga, y se levantó a leer.
17
Y le fue dado el libro del profeta Isaías; y cuando abrió el libro, halló el lugar donde estaba escrito:
18
El Espíritu del Señor es sobre mí, por cuanto me ha ungido para predicar el evangelio a los pobres; me ha enviado para sanar a los quebrantados de corazón; para pregonar a los cautivos libertad, y a los ciegos vista; para poner en libertad a los quebrantados;
19
para pregonar el año agradable del Señor.
20
Y enrollando el libro, lo dio al ministro y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él.
21
Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura en vuestros oídos.
22
Y todos le daban testimonio, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es éste el hijo de José?