18
Pero todos ellos gritaron a una, diciendo: ¡Fuera con éste, y suéltanos a Barrabás!
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(Este había sido echado en la cárcel por un levantamiento ocurrido en la ciudad, y por homicidio.
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Pilato, queriendo soltar a Jesús, les volvió a hablar,
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pero ellos continuaban gritando, diciendo: ¡Crucifícale! ¡Crucifícale
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Y él les dijo por tercera vez: ¿Por qué? ¿Qué mal ha hecho éste? No he hallado en El ningún delito digno de muerte; por tanto, le castigaré y le soltaré.
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Pero ellos insistían, pidiendo a grandes voces que fuera crucificado. Y sus voces comenzaron a predominar.
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Entonces Pilato decidió que se les concediera su demanda.
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Y soltó al que ellos pedían, al que había sido echado en la cárcel por sedición y homicidio, pero a Jesús lo entregó a la voluntad de ellos.