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Entonces Pilato, convocando los príncipes de los sacerdotes, y los magistrados, y el pueblo,
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les dijo: Me habéis presentado a éste por hombre que desvía al pueblo; y he aquí, preguntando yo delante de vosotros, no he hallado culpa alguna en este hombre de aquellas de que le acusáis
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Y ni aun Herodes; porque os remití a él, y he aquí, ninguna cosa digna de muerte ha hecho.
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Le soltaré, pues, castigado.
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(Y tenía necesidad de soltarles uno en la fiesta.)
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Mas toda la multitud dio voces a una, diciendo: Quita a éste, y suéltanos a Barrabás.
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(El cual había sido echado en la cárcel por una sedición hecha en la ciudad, y una muerte.
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Y les habló otra vez Pilato, queriendo soltar a Jesús.
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Pero ellos volvieron a dar voces, diciendo: Cuélguenle, cuélguenle
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Y él les dijo la tercera vez: ¿Por qué? ¿Qué mal ha hecho éste? Ninguna culpa de muerte he hallado en él; le castigaré, pues, y le soltaré.
23
Mas ellos instaban a grandes voces, pidiendo que fuese colgado de un madero. Y las voces de ellos y de los príncipes de los sacerdotes crecían.
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Entonces Pilato juzgó que se hiciese lo que ellos pedían;
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y les soltó a aquel que había sido echado en la cárcel por sedición y una muerte, al cual habían pedido; y entregó a Jesús a la voluntad de ellos.
26
Y llevándole, tomaron a un Simón cireneo, que venía del campo, y le pusieron encima el madero para que la llevase tras Jesús.
27
Y le seguía una grande multitud del pueblo, y de mujeres, las cuales le lloraban y lamentaban.
28
Mas Jesús, vuelto a ellas, les dijo: Hijas de Jerusalén, no me lloréis a mí, mas llorad por vosotras mismas, y por vuestros hijos.
29
Porque he aquí vendrán días en que dirán: Bienaventuradas las estériles, y los vientres que no engendraron, y los pechos que no criaron.
30
Entonces comenzarán a decir a los montes: Caed sobre nosotros; y a los collados: Cubridnos.
31
Porque si en el árbol verde hacen estas cosas, ¿en el seco, qué se hará?
32
Y llevaban también con él otros dos, malhechores, a ser muertos.
33
Y cuando llegaron al lugar que se llama de la Calavera, le colgaron del madero allí, y a los malhechores, uno en un madero a la derecha, y otro a la izquierda.