44 Y estando en agonía, oraba con mucho fervor; y su sudor se volvió como gruesas gotas de sangre, que caían sobre la tierra.
45 Cuando se levantó de orar, fue a los discípulos y los halló dormidos a causa de la tristeza,
46 y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos y orad para que no entréis en tentación.
47 Mientras todavía estaba El hablando, he aquí, llegó una multitud, y el que se llamaba Judas, uno de los doce, iba delante de ellos, y se acercó a Jesús para besarle.
48 Pero Jesús le dijo: Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre?
49 Y cuando los que rodeaban a Jesús vieron lo que iba a suceder, dijeron: Señor, ¿heriremos a espada?
50 Y uno de ellos hirió al siervo del sumo sacerdote y le cortó la oreja derecha.
51 Respondiendo Jesús, dijo: ¡Deteneos! Basta de esto. Y tocando la oreja al siervo, lo sanó.
52 Entonces Jesús dijo a los principales sacerdotes, a los oficiales del templo y a los ancianos que habían venido contra El: ¿Habéis salido con espadas y garrotes como contra un ladrón?
53 Cuando estaba con vosotros cada día en el templo, no me echasteis mano; pero esta hora y el poder de las tinieblas son vuestros.
54 Habiéndole arrestado, se lo llevaron y le condujeron a la casa del sumo sacerdote; mas Pedro le seguía de lejos.
55 Después de encender ellos una hoguera en medio del patio, y de sentarse juntos, Pedro se sentó entre ellos.
56 Y una sirvienta, al verlo sentado junto a la lumbre, fijándose en él detenidamente, dijo: También éste estaba con El.
57 Pero él lo negó, diciendo: Mujer, yo no le conozco.
58 Un poco después, otro al verlo, dijo: ¡Tú también eres uno de ellos! Pero Pedro dijo: ¡Hombre, no es cierto!
59 Pasada como una hora, otro insistía, diciendo: Ciertamente éste también estaba con El, pues él también es galileo.
60 Pero Pedro dijo: Hombre, yo no sé de qué hablas. Y al instante, estando él todavía hablando, cantó un gallo.
61 Entonces el Señor se volvió y miró a Pedro. Y recordó Pedro la palabra del Señor, cómo le había dicho: Antes que el gallo cante hoy, me negarás tres veces.
62 Y saliendo fuera, lloró amargamente.
63 Los hombres que tenían a Jesús bajo custodia, se burlaban de El y le golpeaban;
64 y vendándole los ojos, le preguntaban, diciendo: Adivina, ¿quién es el que te ha golpeado?

English Standard Version ESV

Luke 22:44 And being in an agony he prayed more earnestly; and his sweat became like great drops of blood falling down to the ground.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Lucas 22:44 Y estando en agonía, oraba más intensamente; y fue su sudor como gotas de sangre que caían hasta la tierra

King James Version KJV

Luke 22:44 And being in an agony he prayed more earnestly: and his sweat was as it were great drops of blood falling down to the ground.

New King James Version NKJV

Luke 22:44 And being in agony, He prayed more earnestly. Then His sweat became like great drops of blood falling down to the ground.

Nueva Traducción Viviente NTV

Lucas 22:44 Oró con más fervor, y estaba en tal agonía de espíritu que su sudor caía a tierra como grandes gotas de sangre.

Nueva Versión Internacional NVI

Lucas 22:44 Pero, como estaba angustiado, se puso a orar con más fervor, y su sudor era como gotas de sangre que caían a tierra.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Lucas 22:44 Y estando en agonía, oraba más intensamente: y fué su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Lucas 22:44 Y estando en agonía, oraba más intensamente; y fue su sudor como gotas de sangre que caían hasta la tierra.

Herramientas de Estudio para Lucas 22:44-64