1
Levantando Jesús la vista, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca del tesoro.
2
Y vio también a una viuda pobre que echaba allí dos pequeñas monedas de cobre ;
3
y dijo: En verdad os digo, que esta viuda tan pobre echó más que todos ellos;
4
porque todos ellos echaron en la ofrenda de lo que les sobraba, pero ella, de su pobreza, echó todo lo que tenía para vivir.
5
Y mientras algunos estaban hablando del templo, de cómo estaba adornado con hermosas piedras y ofrendas votivas, Jesús dijo:
6
En cuanto a estas cosas que estáis mirando, vendrán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea derribada.
7
Y le preguntaron, diciendo: Maestro, ¿cuándo sucederá esto, y qué señal habrá cuando estas cosas vayan a suceder?
8
Y El dijo: Mirad que no seáis engañados; porque muchos vendrán en mi nombre, diciendo: "Yo soy el Cristo", y: "El tiempo está cerca". No los sigáis.
9
Y cuando oigáis de guerras y disturbios, no os aterroricéis; porque estas cosas tienen que suceder primero, pero el fin no sucederá inmediatamente.