1
Y mirando, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca de la limosna.
2
Y vio también una viuda pobrecilla, que echaba allí dos centavos.
3
Y dijo: De verdad os digo, que esta pobre viuda echó más que todos;
4
porque todos éstos, de lo que les sobra echaron para las ofrendas de Dios; mas ésta de su pobreza echó todo el sustento que tenía.
5
Y a unos que decían del Templo, que estaba adornado de hermosas piedras y dones, dijo:
6
Estas cosas que veis, días vendrán que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida.
7
Y le preguntaron, diciendo: Maestro, ¿cuándo será esto? ¿Y qué señal habrá cuando estas cosas hayan de comenzar a ser hechas?