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Entonces Jesús tomó aparte a los doce y les dijo: «Ahora vamos rumbo a Jerusalén, donde se cumplirá todo lo que escribieron los profetas acerca del Hijo del hombre.
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En efecto, será entregado a los gentiles. Se burlarán de él, lo insultarán, le escupirán;
33
y después de azotarlo, lo matarán. Pero al tercer día resucitará».
34
Los discípulos no entendieron nada de esto. Les era incomprensible, pues no captaban el sentido de lo que les hablaba.