3 Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él diciendo: Defiéndeme de mi adversario
4 Pero él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre
5 todavía, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, porque al fin no venga y me muela
6 Y dijo el Señor: Oíd lo que dice el juez injusto
7 ¿Y Dios no vengará a sus escogidos, que claman a él día y noche, aunque sea longánime acerca de ellos
8 Os digo que los vengará presto. Pero cuando el Hijo del hombre viniere, ¿hallará fe en la tierra
9 Y dijo también a unos que confiaban en sí como justos, y menospreciaban a los otros, esta parábola
10 Dos hombres subieron al Templo a orar: el uno fariseo, el otro publicano
11 El fariseo, en pie, oraba consigo de esta manera: Dios, te doy gracias, que no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano
12 ayuno lo de dos comidas cada sábado, doy diezmos de todo lo que poseo
13 Mas el publicano estando lejos no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que hería su pecho, diciendo: Dios, reconcíliame, pecador
14 Os digo que éste descendió a su casa más justificado que el otro; porque cualquiera que se ensalza, será humillado; y el que se humilla, será ensalzado
15 Y traían a él los niños para que los tocara; lo cual viendo los discípulos les reñían
16 Mas Jesús llamándolos, dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no lo impidáis; porque de los tales es el Reino de Dios
17 De cierto os digo, que cualquiera que no recibiere el Reino de Dios como un niño, no entrará en él
18 Y le preguntó un príncipe, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para poseer la vida eterna
19 Y Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino sólo Dios
20 Los mandamientos sabes: No cometerás homicidio; no adulterarás; no hurtarás; no dirás falso testimonio; honra a tu padre y a tu madre
21 Y él dijo: Todas estas cosas he guardado desde mi juventud
22 Y Jesús, oído esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme
23 Entonces él, oídas estas cosas, se puso muy triste, porque era muy rico

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Lucas 18:3 Y había en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él constantemente, diciendo: "Hazme justicia de mi adversario."

English Standard Version ESV

Luke 18:3 And there was a widow in that city who kept coming to him and saying, 'Give me justice against my adversary.'

King James Version KJV

New King James Version NKJV

Luke 18:3 Now there was a widow in that city; and she came to him, saying, 'Get justice for me from my adversary.'

Nueva Traducción Viviente NTV

Lucas 18:3 Una viuda de esa ciudad acudía a él repetidas veces para decirle: “Hágame justicia en este conflicto con mi enemigo”.

Nueva Versión Internacional NVI

Lucas 18:3 En el mismo pueblo había una viuda que insistía en pedirle: “Hágame usted justicia contra mi adversario”.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Lucas 18:3 Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía á él diciendo: Hazme justicia de mi adversario.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Lucas 18:3 Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él diciendo: Defiéndeme de mi adversario.

Herramientas de Estudio para Lucas 18:3-23