1
Y PROPUSOLES también una parábola sobre que es necesario orar siempre, y no desmayar,
2
Diciendo: Había un juez en una ciudad, el cual ni temía á Dios, ni respetaba á hombre.
3
Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía á él diciendo: Hazme justicia de mi adversario.
4
Pero él no quiso por algún tiempo; mas después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo á Dios, ni tengo respeto á hombre,
5
Todavía, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, porque al fin no venga y me muela.
6
Y dijo el Señor: Oid lo que dice el juez injusto.
7
¿Y Dios no hará justicia á sus escogidos, que claman á él día y noche, aunque sea longánime acerca de ellos?