16
Y derribóse sobre el rostro á sus pies, dándole gracias: y éste era Samaritano.
17
Y respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpios? ¿Y los nueve dónde están?
18
¿No hubo quien volviese y diese gloria á Dios sino este extranjero?
19
Y díjole: Levántate, vete; tu fe te ha salvado.
20
Y preguntado por los Fariseos, cuándo había de venir el reino de Dios, les respondió y dijo: El reino de Dios no vendrá con advertencia;
21
Ni dirán: Helo aquí, ó helo allí: porque he aquí el reino de Dios entre vosotros está.
22
Y dijo á sus discípulos: Tiempo vendrá, cuando desearéis ver uno de los días del Hijo del hombre, y no lo veréis.
23
Y os dirán: Helo aquí, ó helo allí. No vayáis, ni sigáis.
24
Porque como el relámpago, relampagueando desde una parte de debajo del cielo, resplandece hasta la otra debajo del cielo, así también será el Hijo del hombre en su día.
25
Mas primero es necesario que padezca mucho, y sea reprobado de esta generación.
26
Y como fué en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del hombre.