10 Y todo aquel que dice palabra contra el Hijo del Hombre, hay perdón para él; mas al que blasfemare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado
11 Y cuando os trajeren a las sinagogas, y a los magistrados y potestades, no estéis solícitos cómo o qué hayáis de responder, o qué habréis de decir
12 porque el Espíritu Santo os enseñará en la misma hora lo que será necesario decir
13 Y le dijo uno de la multitud: Maestro, di a mi hermano que parta conmigo la herencia
14 Mas él le dijo: Hombre, ¿quién me puso por juez o partidor sobre vosotros
15 Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee
16 Y les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había llevado muchos frutos
17 y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿qué haré, porque no tengo dónde juntar mis frutos
18 Y dijo: Esto haré: derribaré mis alfolíes, y los edificaré mayores, y allí juntaré todos mis frutos y mis bienes
19 y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes almacenados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate
20 Y le dijo Dios: Necio, esta noche vuelven a pedir tu alma; y lo que has prevenido, ¿de quién será
21 Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico en Dios
22 Y dijo a sus discípulos: Por tanto os digo: No estéis afanosos de vuestra vida, qué comeréis; ni del cuerpo, qué vestiréis
23 La vida es más que la comida, y el cuerpo que el vestido
24 Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen cillero, ni alfolí; y Dios los alimenta. ¿Cuánto de más estima sois vosotros que las aves
25 ¿Y quién de vosotros podrá con su afán añadir a su estatura un codo
26 Pues si no podéis aun lo que es menos, ¿para qué estaréis afanosos de lo demás
27 Considerad los lirios, cómo crecen; no labran, ni hilan; y os digo, que ni Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos
28 Y si así viste Dios a la hierba, que hoy está en el campo, y mañana es echada en el horno; ¿cuánto más a vosotros, los de poca fe
29 Vosotros, pues, no procuréis qué tengáis de comer, o qué tengáis de beber; ni andéis elevados
30 Porque todas estas cosas buscan los gentiles del mundo; que vuestro Padre sabe que necesitáis estas cosas
31 Mas procurad el Reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas
32 No temáis, manada pequeña; porque al Padre ha placido daros el Reino
33 Vended lo que poseéis, y dad limosna {lit. hacer actos de misericordia}; haceos bolsas que no se envejecen, tesoro en los cielos que nunca falta; donde ladrón no llega, ni polilla corrompe
34 Porque donde está vuestro tesoro, allí también estará vuestro corazón
35 Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras lámparas encendidas
36 y vosotros semejantes a hombres que esperan cuando su señor ha de volver de las bodas; para que cuando viniere, y tocare, luego le abran
37 Bienaventurados aquellos siervos, a los cuales cuando el Señor viniere, hallare velando; de cierto os digo, que él se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y pasando les servirá
38 Y aunque venga a la segunda vigilia, y aunque venga a la tercera vigilia, y los hallare así, bienaventurados son los tales siervos
39 Pero esto sabed, que si supiera el padre de familia a qué hora había de venir el ladrón, velaría ciertamente, y no dejaría minar su casa
40 Vosotros pues también, estad apercibidos; porque a la hora que no pensáis, el Hijo del hombre vendrá
41 Entonces Pedro le dijo: Señor, ¿dices esta parábola a nosotros, o también a todos
42 Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente, al cual el señor pondrá sobre su familia, para que a tiempo les dé su ración
43 Bienaventurado aquel siervo, al cual, cuando el señor viniere, hallare haciendo así
44 En verdad os digo, que él le pondrá sobre todos sus bienes
45 Mas si el tal siervo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir; y comenzare a herir a los siervos y a las criadas, y a comer y a beber y a embriagarse
46 vendrá el señor de aquel siervo el día que él no espera, y a la hora que él no sabe, y le apartará, y pondrá su parte con los infieles
47 Porque el siervo que entendió la voluntad de su señor, y no se apercibió, ni hizo conforme a su voluntad, será azotado mucho
48 Mas el que no entendió, e hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a cualquiera que fue dado mucho, mucho será vuelto a demandar de él; y al que encomendaron mucho, más le será pedido
49 Fuego vine a meter en la tierra; ¿y qué quiero, sino que se encienda
50 Pero de un bautismo me es necesario ser bautizado; y ¡cómo me angustio hasta que sea cumplido

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Lucas 12:10 Y a todo el que diga una palabra contra el Hijo del Hombre, se le perdonará; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo, no se le perdonará.

English Standard Version ESV

Luke 12:10 And everyone who speaks a word against the Son of Man will be forgiven, but the one who blasphemes against the Holy Spirit will not be forgiven.

King James Version KJV

New King James Version NKJV

Luke 12:10 And anyone who speaks a word against the Son of Man, it will be forgiven him; but to him who blasphemes against the Holy Spirit, it will not be forgiven.

Nueva Traducción Viviente NTV

Lucas 12:10 El que hable en contra del Hijo del Hombre puede ser perdonado, pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no será perdonado.

Nueva Versión Internacional NVI

Lucas 12:10 Y todo el que pronuncie alguna palabra contra el Hijo del hombre será perdonado, pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Lucas 12:10 Y todo aquel que dice palabra contra el Hijo del hombre, le será perdonado; mas al que blasfemare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Lucas 12:10 Y todo aquel que dice palabra contra el Hijo del Hombre, hay perdón para él; mas al que blasfemare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado.

Herramientas de Estudio para Lucas 12:10-50