17
Mas él, conociendo los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es desolado; y toda ciudad o casa dividida contra si mismo, no permanecerá.
18
Y si también Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo estará en pie su reino? Ya que decís que en Beelzebú echo yo fuera los demonios.
19
Pues si yo echo fuera los demonios en Beelzebú, ¿vuestros hijos en quién los echan fuera? Por tanto, ellos serán vuestros jueces.
20
Mas si por el dedo de Dios echo yo fuera los demonios, cierto el Reino de Dios ha llegado a vosotros.
21
Cuando el fuerte armado guarda su palacio, en paz está lo que posee.
22
Mas si sobreviniendo otro más fuerte que él, le venciere, le toma todas sus armas en que confiaba, y reparte sus despojos.
23
El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama.
24
Cuando el espíritu inmundo saliere del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo; y no hallándolo, dice: Me volveré a mi casa de donde salí.
25
Y viniendo, la halla barrida y adornada.
26
Entonces va, y toma otros siete espíritus más malos que él; y entrados, habitan allí; y el postrer estado del tal hombre viene a ser peor que el primero.
27
Y aconteció que diciendo él estas cosas, una mujer de la multitud, levantando la voz, le dijo: Bienaventurado el vientre que te trajo, y los pechos que mamaste.