36
¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo de aquel que cayó entre ladrones?
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Y él dijo: El que usó con él de misericordia. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo.
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Y aconteció que yendo, entró él en una aldea; y una mujer llamada Marta, le recibió en su casa.
39
Y ésta tenía una hermana que se llamaba María, la cual sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra.
40
Pero Marta se distraía en muchos servicios; y sobreviniendo, dice: Señor, ¿no tienes cuidado que mi hermana me deja servir sola? Dile pues, que me ayude.
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Pero respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, cuidadosa estás, y con las muchas cosas estás turbada;
42
pero sólo una cosa es necesaria; y María escogió la buena parte, la cual no le será quitada.